Ciruelas Frescas
La principal propiedad de la ciruela fresca es su efecto laxante, perfecta para aquellas personas que sufren estreñimiento y/o quieren perder peso, ya que además es una fruta compuesta mayoritariamente por agua y que aporta aproximadamente 50kcal y 11g de hidratos de carbono, por cada 100g de ciruelas.
Además es un remedio muy eficiente frente a la anemia por su alto contenido en hierro, y muy beneficioso para el aparato respiratorio, por lo que es recomendable su uso en casos de tos y bronquitis.
Ciruelas Secas
A diferencia de las ciruelas frescas, las ciruelas pasas o secas tienen un mayor contenido en calorías, aproximadamente 200 kcal por cada 100g y 3 veces más hidratos de carbono que las normales.
Sin embargo, estos aspectos negativos se contra rectan con todos los beneficios que aportan.
Pieles poco hidratadas
Dado que se cuadruplica la cantidad en vitamina A respecto a la fruta original, las ciruelas secas suponen un excelente remedio contra la sequedad de la piel y el largo proceso de regeneración de la epidermis.
Colesterol e hipertensión
Como muchas otras frutas secas, sustituir el postre de después de la comida por un puñado de ciruelas secas resulta un sano hábito para personas con la tensión alta y colesterol del “malo”.
Estreñimiento
Respecto a la fruta fresca la ciruela seca dispone de nada más y nada menos que ocho veces más contenido en fibra, por lo que constituye una solución excelente para regular el tránsito intestinal.
Cansancio
Para considerar es también su rico contenido en potasio y magnesio, nutrientes que fortalecen la musculatura y evitan los calambres. Se recomienda especialmente para gente muy deportista o con trabajos que desgastan el físico.
Si el sabor de la ciruela pasa no te resulta muy agradable, siempre puedes optar por trocearlas o triturarlas y añadirlas a un yogur junto con más fruta.
Ten en cuenta que el aporte calórico es mucho mayor en este tipo de fruta seca, por lo que no conviene abusar de su consumo, especialmente si tenemos tendencia a engordar o a sufrir gases intestinales.
Dado que se cuadruplica la cantidad en vitamina A respecto a la fruta original, las ciruelas secas suponen un excelente remedio contra la sequedad de la piel y el largo proceso de regeneración de la epidermis.
Colesterol e hipertensión
Como muchas otras frutas secas, sustituir el postre de después de la comida por un puñado de ciruelas secas resulta un sano hábito para personas con la tensión alta y colesterol del “malo”.
Estreñimiento
Respecto a la fruta fresca la ciruela seca dispone de nada más y nada menos que ocho veces más contenido en fibra, por lo que constituye una solución excelente para regular el tránsito intestinal.
Cansancio
Para considerar es también su rico contenido en potasio y magnesio, nutrientes que fortalecen la musculatura y evitan los calambres. Se recomienda especialmente para gente muy deportista o con trabajos que desgastan el físico.
Si el sabor de la ciruela pasa no te resulta muy agradable, siempre puedes optar por trocearlas o triturarlas y añadirlas a un yogur junto con más fruta.
Ten en cuenta que el aporte calórico es mucho mayor en este tipo de fruta seca, por lo que no conviene abusar de su consumo, especialmente si tenemos tendencia a engordar o a sufrir gases intestinales.
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